Reflexion:
EL PASTOR
Si es joven, le falta experiencia; si tiene canas es demasiado viejo.
Si tiene cinco o seis hijos, tiene demasiados; si no tiene no está dando buen ejemplo.
Si su esposa canta en el coro, se está luciendo; si no canta no está interesada en el trabajo de su esposo.
Si predica usando notas, tiene sermones enlatados; si improvisa, no es demasiado profundo.
Si pasa mucho tiempo en la oficina, descuida a la feligresía; si visita, es un callejero.
Si es atento con los pobres, actúa para impresionar a los demás; si es atento con los ricos, está tratando de ser aristócrata.
Si sugiere mejoras es un dictador; si no las sugiere, es una figura decorativa.
Si utiliza muchas ilustraciones, descuida la Biblia; si no las usa es aburrido.
Si condena el mal, es un maniático; si no lo condena, es un consentidor.
Si predica una hora, es un verboso; si predica menos tiempo es un perezoso.
Si predica la verdad, le gusta ofender; si no la predica es un hipócrita.
Si no logra complacer a todos, está dañando a la iglesia; si los complace, no tiene convicciones.
Si predica sobre el diezmo, está buscando dinero; si no lo predica, no esta cumpliendo con desarrollar la mayordomía de la iglesia.
Si recibe un buen sueldo, es un mercenario; si su salario es modesto, eso demuestra que no vale mucho.
Si predica todo el tiempo, la gente se cansa de oír siempre a la misma persona; si invita a otros a predicar, esta rehuyendo a su responsabilidad.
¡¡Y hay quienes dicen que ser pastor es fácil!!
Si es joven, le falta experiencia; si tiene canas es demasiado viejo.
Si tiene cinco o seis hijos, tiene demasiados; si no tiene no está dando buen ejemplo.
Si su esposa canta en el coro, se está luciendo; si no canta no está interesada en el trabajo de su esposo.
Si predica usando notas, tiene sermones enlatados; si improvisa, no es demasiado profundo.
Si pasa mucho tiempo en la oficina, descuida a la feligresía; si visita, es un callejero.
Si es atento con los pobres, actúa para impresionar a los demás; si es atento con los ricos, está tratando de ser aristócrata.
Si sugiere mejoras es un dictador; si no las sugiere, es una figura decorativa.
Si utiliza muchas ilustraciones, descuida la Biblia; si no las usa es aburrido.
Si condena el mal, es un maniático; si no lo condena, es un consentidor.
Si predica una hora, es un verboso; si predica menos tiempo es un perezoso.
Si predica la verdad, le gusta ofender; si no la predica es un hipócrita.
Si no logra complacer a todos, está dañando a la iglesia; si los complace, no tiene convicciones.
Si predica sobre el diezmo, está buscando dinero; si no lo predica, no esta cumpliendo con desarrollar la mayordomía de la iglesia.
Si recibe un buen sueldo, es un mercenario; si su salario es modesto, eso demuestra que no vale mucho.
Si predica todo el tiempo, la gente se cansa de oír siempre a la misma persona; si invita a otros a predicar, esta rehuyendo a su responsabilidad.
¡¡Y hay quienes dicen que ser pastor es fácil!!
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