20/4/14

Comunicación efectiva

Para poder comunicarse efectivamente es necesario aprender a escuchar a los demás desde la realidad de ellos y no desde la nuestra. Para ello requerimos desarrollar el pensamiento crítico que se convertirá en la herramienta para poder comprender el mensaje que desean trasmitir los demás teniendo en cuenta quienes son ellos y así poder analizar y evaluar lo dicho con una perspectiva más amplia.


Dialogar es la acción de conversar con otros con el fin de intercambiar ideas que produzcan beneficio de diversa índole. El diálogo implica discusión, porque a través de la exposición de ideas se argumenta de manera sólida el porqué de las mismas. Se debate con el propósito de entender la postura de los otros y la de uno mismo a través de escuchar con el fin de ampliar la visión mediante la escucha de los mensajes de los otros, quienes son una fuente de riqueza cuando se aprende a escuchar y debatir con el fin de llegar acuerdos que beneficien a todos.

Las personas que saben trabajar en equipo son gente interesada en conocer los argumentos de los otros y reconocen el valor de discutir sobre distintas ideas que produzcan beneficio y no se afanan por imponer sus ideas sino enriquecerlas mediante las aportaciones de todos los miembros del equipo y reconocen cuando alguien aporta ideas ganadoras.

El equipo del león

Cuenta una historia que en una ocasión el León, el Rey de la selva, estaba muy angustiado por la cantidad de cazadores que perseguían a los animales. El León decidió reunir un ejército para defenderse de éstos. Buscando, al primero que encontró fue a un enorme y pesado Elefante. Buenos días, majestad, saludó el elefante. Buenos días querido Elefante. Quieres formar parte de mi ejército? le preguntó el león.


Por supuesto majestad, respondió rápidamente el elefante.

Entonces el león añadió: Tú serás nuestra gran defensa, ya que eres grande y fuerte, irás siempre por delante.

Así continuaron los dos a la búsqueda de nuevos aliados. Al poco se encontraron con el Lobo, que saludó respetuosamente: Buenos días majestad. Muy buenos días señor Lobo, estoy preparando un ejército para defendernos de los cazadores. Querrás venir con nosotros? El elefante miró al león y le preguntó: ¿De qué nos va a servir un animal tan pequeño, comparado conmigo? ...El rey de la selva, haciendo caso omiso del comentario se dirigió de nuevo al lobo y le dijo: Tú podrás ser uno de los más feroces soldados.

El lobo aceptó sin duda alguna y los tres continuaron la marcha a la búsqueda de más soldados. De repente se encontraron con un Mono chillón y el león le formuló la misma pregunta para que formara parte de su ejército. ¿Para qué quieres a éste en nuestro ejército? no sirve para nada... comentó el lobo... Siempre será bueno distraer al enemigo, y nadie lo hará mejor que él, zanjo el león.

De allí continuaron los cuatro el camino, mientras el león comenzaba a ver cómo se iba formando su ejército. De pronto aparecieron en su paso una atemorizada Liebre y un pobre Burro que apenas podía caminar. El león se dirigió a ellos ante la incredulidad de el elefante y el lobo...los vas a reclutar, majestad? preguntaron al unísono.

Claro que sí! rugió el león. Pero...para qué? preguntó el lobo...no te das cuenta que la liebre es un animal siempre atemorizado, que siempre escapa a todo correr y que este pobre burro está tan tullido que no puede ni con su peso? Estos no nos van a ayudar en nada! Ante su asombro, el león los reclutó.

Pasaron muchas jornadas cuando finalmente llegó el día de la batalla. El Burro, sentado en un punto avanzado rebuznó bien fuerte y avisó a todos de la proximidad del enemigo. La Liebre, aprovechando su velocidad, corría llevando mensajes de uno a otro. El Mono chillón distraía a los cazadores saltando de árbol en árbol gritando como solo sabía hacerlo él. Mientras tanto, el Elefante aparecía con su trompa, rebufando hacia todos lados; detrás de él, por un lado apareció el Lobo con la espalda electrizante y enseñando los colmillos. Por el otro lado el León hizo su aparición estelar rugiendo y zarandeando su magnífica melena.

El resultado fue evidente: los cazadores huyeron tirando las armas y jurando no volver más a la selva.



6/4/14

De buena madera

Un jovencito recibió una invitación para visitar a su tío, que era un leñador profesional y trabajaba en el noroeste del país. Éste lo recibió en la estación del ferrocarril, y mientras se dirigían al campamento de los leñadores, el niño se quedó muy impresionado con el enorme tamaño de los troncos almacenados a ambos lados del camino.

Hubo en particular uno que le llamó mucho la atención, estaba sólo en la punta de la colina. El niño lleno de entusiasmo exclamó:

- Tío Juan mira que árbol tan grande; seguramente producirá mucha madera y muy buena, ¿no es cierto?

El tío Juan movió la cabeza negando y dijo:

- No hijo. Ese árbol no es de muy buena madera, quizás de mucha madera, pero no de muy buena calidad.

Seguidamente explicó: Cuando un árbol crece sólo, le crecen muchas ramas. Esas ramas producen muchos nudos cuando se corta en tableros. La mejor madera proviene de árboles que crecen en conjunto, además, los árboles crecen más altos y más erguidos cuando crecen en grupo.

30/3/14

La abeja solitaria

Una vieja abeja, hastiada de su tipo de vida, se planteó organizarla en solitario.


- Este asunto de la colonia, en realidad —se decía— no conviene. Deposito mi miel en esa vieja colmena para que otros puedan comer, vivir y prosperar. Hago yo más trabajo en un día que otras compañeras en tres. Trabajo y me desvivo, ahorro y acumulo, y por todo eso no obtengo más que casa y alimento. Voy a organizar y dirigir mi propia colmena, y para mí serán todos los dulces frutos de mi arduo trabajo.



La abeja voló sola y decidida a su prado. Comenzó un negocio propio. No pensó más en ese clan zumbón que se llama colmena o familia, que ya la tenía harta. Puso todas sus capacidades y energías al servicio de su ambicioso plan.

- Esto es vivir —se repetía—. Soy fundadora, emprendedora, libre. Se acabó: ya no soy rebaño, una más... ¡Cómo habré descubierto tan tarde esta vida!

Pasaron sus felices días de triunfadora empresaria, y vino el verano. Poco a poco le fueron pesando la soledad, los problemas, los años y hasta los días. Perdió ilusión, empuje y alegría. Otros insectos la atacaron, devoraron su almacén. Su cera se agotó y, lo que era peor, su corazón se fue llenando de amargura.

Triste, volvió a su antigua colmena. Poco a poco se integró en ella sin pensar tanto en sí misma y sin compararse con las demás. Sus últimos años fue muy feliz.



8/1/14

Un nuevo año inicia: 2014

Un nuevo año que el Señor nos regala!!!, Cuál será nuestra posición ante los retos que nos plantea la vida? Sin duda que debemos tomar una decisión firme y con la convicción de servirle al Señor. Hagamos que este año valga la pena, ganemos almas para Cristo, esforcérmonos mas, busquemos mas de su presencia y santifiquemos aún mas.

A cuál escalón llegarás este año?


Saludos,

2/10/13

Transformación

En el Japón existe una muy curiosa invención que consiste en tablillas delicadas de madera o de paja, las cuales, por medio de cierto procedimiento, cuando se ponen en una vasija con agua se extienden y forman flores y otras figuras de vivos colores. Al ponerlas en el recipiente están secas completamente, y no se puede saber qué figuras son; pero tan pronto como tocan el agua parece que se les inyecta vida y se transforman en una figura de extraordinaria belleza.


De parecida manera obra el Espíritu Santo. Cuando nuestra alma humana está fría, seca, y recibe el abrazo del Padre Supremo, adquiere un entusiasmo celestial y se presenta nueva, lozana, hermosa y dispuesta a ser con Dios una bendición para todo aquel que la rodea.

Juan 11:25. Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.

Juan 4:14 Más el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.

Autor: renuevo de plenitud.

30/1/13

Atrévete a soñar

Un joven llamado George Eyser soñó un día con participar en unos juegos Olímpicos. En Saint Louis, y durante el año 1904 su sueño se cumplió. George no sólo participó, sino que consiguió una medalla de oro, dos de plata y otra de bronce en gimnasia. Siempre había soñado con ser un atleta olímpico y ganar una medalla.

Soñó con la gloria de alcanzar lo inalcanzable, de competir consigo mismo en el juego más feliz, esa gloria que vale mucho más que el poder o el dinero. ¿Sabes la razón? Su pierna izquierda era de madera, la de verdad le fue amputada al ser arrollado por un tren. Para casi todos su caso era imposible. Para él era un sueño que había que cumplir.

En los juegos olímpicos de México en el año 1968, John Akhawari (Tanzania) Fue el último en la maratón, llegó casi dos horas después del ganador, con una lesión en la rodilla y muchos dolores. Un sólo periodista quedaba en el estadio para inmortalizar el momento, el mismo que le preguntó "¿Por qué no has abandonado? ¿No ves que no hay nadie en el estadio? ¡nadie va a saber que llegaste a la meta! No sabes que eres el último?" John le miró con sus ojos llenos de cansancio y casi sin fuerzas para pronunciar una sola palabra, susurró: "Mi país no me envió a 12000 km de distancia para empezar una carrera, sino para terminarla".

"Si pudiera haría esto o lo otro"... ¿Lo has pensado alguna vez? Si lo has hecho, déjame hacerte una pregunta ¿Porqué dejaste de creer en ti mismo? ¿sabes una cosa? Si creemos que un problema es imposible, el problema somos nosotros. La mayoría de la gente muere antes de morir, va muriendo poco a poco a lo largo de su vida, perdiendo la esperanza, la alegría, la belleza de las cosas sencillas. La mayoría de la gente muere cuando mueren sus sueños. Aunque sigan vivos.

Muchas de las cosas que disfrutas ahora son el resultado de los sueños de otros. Y tú, ¿qué estás soñando ahora?, ¿qué nos dejarás a todos como resultado de tus sueños? Recuerda que la vida no es un ensayo, busca dentro de tu corazón, porque puede que algunos sueños están a punto de pasar a peor vida si no trabajas por ellos.

"Qué dejarás a los demás como resultado de tus sueños?"