4/3/09

¡Come, cíñete, corre! (2)

¡Qué bien haríamos en atender a las instrucciones aquí brindadas!
En la ante sala del arrebatamiento de la iglesia, debe el creyente tomar para sí estas propuestas adecuadas para su seguridad espiritual:
  1. ¡COME! En lo referente a Israel esta instrucción se refería al cordero pascual sacrificado para esa ocasión; pero para nosotros en estos días, es la instrucción a comer del Cordero que fue por nosotros crucificado ¡Cristo Jesús!

"Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí" Juan 6; 53-57

En estos tiempos de apostasía es urgente que el creyente se alimente de Cristo, comer su carne significa tener comunión verdadera con El. ¿De qué nos estamos alimentando es estos Días?

2. ¡CIÑETE! Dios es especifico en sus tratos con el ser humano, esta no es la excepción. Israel en la víspera de su partida debía comer la pascua en atención al momento: ¡ceñidos! ¡listos!¡preparados! ¡atentos!

Y de esta manera nos exhorta el Nuevo Testamento a los creyentes en general. "Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas" "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia" (Lucas 12; 35/ Efesios 6; 14). Debemos estar ceñidos esperando a nuestro Señor, ceñidos a la verdad, ceñidos a la sana doctrina, ceñidos a la Palabra...

3. ¡CORRE! "...la comeréis así: apresuradamente" No había tiempo que perder, Israel se preparaba para salir de Egipto, no había tiempo para el letargo, estaban ceñidos, ahora se les exhorta a comer apresuradamente, ¡sin pérdida de tiempo!

Dentro de las recomendaciones Bíblicas para el creyente encontramos: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Efesios 6; 15- 17.

Si hay algo que la iglesia de Jesucristo no puede perder es el Tiempo; "apresuradamente" así debe la iglesia hacer su labor, con prontitud, con diligencia, con decisión.

Para la Iglesia de Jesucristo este es el consejo en los días finales:¡COME, CIÑETE, CORRE!

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