22/8/09

Al amparo de un Padre responsable



Una de las grandes tragedias que puede vivir el ser humano, es sin duda alguna, la orfandad. Salvo algunas excepciones la orfandad se traduce en : soledad, pobreza, dolor. Por lo general se considera huérfano uno que no posee padre o madre, pero, en el sentido mas estricto de la palabra la orfandad es la ausencia total de un vinculo familiar cercano ¡es la personificación misma de la soledad!
Cuando entendemos esta realidad estamos en la mejor disposición de valorar la promesa hecha por Jesús a los suyos: ¡No os dejaré huerfanos...! Juan 14; 18
Que maravilla, el Señor pone de manifiesto su promesa de acompañarnos como Padre amoroso que cuida de sus hijos.
Entender esta promesa debe ser suficiente para poner en marcha una saludable vida de fe, lejos del temor y el miedo.
Al menos hay seis verdades implícitas en estas palabras de Cristo, mismas que a continuación comparto con usted:
  1. No os dejaré huerfanos.... Implica que tengo asegurada la provisión y el sustento (Mateo 7; 11)
  2. Implica que soy amado incondicionalmente. (Romanos 8; 35)
  3. Implica que tengo protección ¡24 horas al día los 365 días del año! (Romanos 8; 31)
  4. Implica compañía y consuelo en los días de angustia y soledad. (Juan 14; 16)
  5. Implica que tengo una herencia. (Romanos 8; 15-17)
  6. Implica la corrección y disciplina amorosa de un Padre responsable. (Hebreos 12; 6)

¡No hay orfandad para los que están en Cristo Jesús!¡no hay desamparo! ¡no hay soledad! ¡no hay indefensión! Vivimos al amparo de un Padre responsable ¡aleluya!

24/6/09

Sigue Corriendo

Tal vez hayas escuchado la historia de John Stephen Akhwari, el corredor de maratones de Tanzania que quedó en último lugar en las Olimpíadas de 1986 en México. Ningún corredor que ha terminado en último lugar ha quedado tan atrás.

Se lesionó mientras viajaba y entró al estadio cojeando con la pierna ensangrentada y vendada. Había pasado más de una hora desde que el resto de los corredores terminó la carrera. Sólo quedaban unos cuantos espectadores en las gradas cuando Akhwari terminó de cruzar la meta.

Cuando le preguntaron por qué siguió corriendo a pesar del dolor, Akhwari contestó: «Mi país no me envió a México a iniciar la carrera. Me envió a terminarla.»

La actitud de este atleta debe ser la nuestra a medida que envejecemos. Tenemos «una carrera por delante» (Hebreos 12:1), y hemos de seguir corriendo hasta que lleguemos a la meta final.

Nadie es demasiado viejo para servir a Dios. Debemos seguir creciendo, madurando y sirviendo hasta el final de nuestros días. Desperdiciar nuestros últimos años es robar a la Iglesia los dones selectos que Dios nos ha dado para compartir. Hay un servicio que prestar. Todavía hay mucho que hacer.

Así que sigamos corriendo «con paciencia». Terminemos la carrera. . . con firmeza. --David Roper
Hebreos 12:1.
. . . corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.



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8/3/09

La Biblia
La Biblia contiene la mente de Dios, el estado del hombre, el camino de Salvación, la condenación de los pecadores y la felicidad de los creyentes. Sus Doctrinas son santas, sus preceptos comprometidos, sus historias verdaderas, sus decisiones inmutables. Leala para ser sabio, creala para ser salvo, practicala para ser santo. La Biblia contiene luz para guiarlo, alimento para sostenerlo, consuelo para alentarlo.
La Biblia es el mapa del viajero, el cayado del peregrino la brújula del piloto, la espada del soldado y el itinerario del Cristiano. Aquí el paraíso se restablece y las puertas del infierno son reveladas.
Cristo es su gran tema, nuestro bien su diseño y la Gloria de Dios su finalidad.
Debe llenar la memoria, gobernar el corazón, y guiar los pies. Leala lentamente, frecuentemente y en oración. Es una mina de sabiduría, un paraíso de gloria y un río de placer. Es dada a Ud. en vida y será abierta en el juicio. "Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta." Hebreos 4; 12

4/3/09

¡Come, cíñete, corre! (2)

¡Qué bien haríamos en atender a las instrucciones aquí brindadas!
En la ante sala del arrebatamiento de la iglesia, debe el creyente tomar para sí estas propuestas adecuadas para su seguridad espiritual:
  1. ¡COME! En lo referente a Israel esta instrucción se refería al cordero pascual sacrificado para esa ocasión; pero para nosotros en estos días, es la instrucción a comer del Cordero que fue por nosotros crucificado ¡Cristo Jesús!

"Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él. Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí" Juan 6; 53-57

En estos tiempos de apostasía es urgente que el creyente se alimente de Cristo, comer su carne significa tener comunión verdadera con El. ¿De qué nos estamos alimentando es estos Días?

2. ¡CIÑETE! Dios es especifico en sus tratos con el ser humano, esta no es la excepción. Israel en la víspera de su partida debía comer la pascua en atención al momento: ¡ceñidos! ¡listos!¡preparados! ¡atentos!

Y de esta manera nos exhorta el Nuevo Testamento a los creyentes en general. "Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidas" "Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia" (Lucas 12; 35/ Efesios 6; 14). Debemos estar ceñidos esperando a nuestro Señor, ceñidos a la verdad, ceñidos a la sana doctrina, ceñidos a la Palabra...

3. ¡CORRE! "...la comeréis así: apresuradamente" No había tiempo que perder, Israel se preparaba para salir de Egipto, no había tiempo para el letargo, estaban ceñidos, ahora se les exhorta a comer apresuradamente, ¡sin pérdida de tiempo!

Dentro de las recomendaciones Bíblicas para el creyente encontramos: "Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. Efesios 6; 15- 17.

Si hay algo que la iglesia de Jesucristo no puede perder es el Tiempo; "apresuradamente" así debe la iglesia hacer su labor, con prontitud, con diligencia, con decisión.

Para la Iglesia de Jesucristo este es el consejo en los días finales:¡COME, CIÑETE, CORRE!

¡Come, cíñete, corre!

Sin duda alguna estamos viviendo los días finales, todo a nuestro alrededor así lo confirma, la Palabra de Dios se va cumpliendo con fidelidad. Hoy por hoy , ante esta realidad el creyente debe tomar con toda seriedad las advertencias que nos otorgan las Escrituras y cuidar el bien más preciado que tiene el creyente: ¡LA SALVACIÓN!
En el contexto de lo anterior viene a mi mente la lectura de la Palabra de Dios en Exodo capitulo 12, donde se narra la preparación del pueblo de Israel para su salida de Egipto, de la esclavitud. Aquí tambien vemos la institución Divina de la fiesta conocida como la Pascua, misma que tenía por objetivo recordar a las generaciones postreras la liberación del Pueblo de Dios de la esclavitud y el oprobio.
Dentro de las instrucciones especificas que Dios ordenó para la preparación de la Pascua encontramos lo siguiente:
"Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus entrañas. Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego. Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová"

19/2/09

La Suma del Cristianismo

Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis.
Juan 13.15
Somos lo que vemos. Si nos vemos solo a nosotros mismos, nuestras lápidas tendrán el mismo epitafio que Pablo usó para describir a los enemigos de Cristo: «Cuyo dios es el vientre y cuya gloria es su vergüenza, que solo piensan en lo terrenal» (Filipenses 3.19).
Los humanos no fuimos creados para habitar en la bruma viciada de las tierras bajas sin visión alguna de su Creador.
Ver a Jesús es esencial en el cristianismo. El servicio cristiano, en su forma más pura, no es otra cosa que imitarlo a Él, a quien vemos. Ver su majestad e imitarlo es la suma del cristianismo.

Cuéntanos que significa para tí el cristianismo.